El gas natural es un combustible que se obtiene en forma líquida mediante perforación en el suelo, que posteriormente se convierte en forma gaseosa y se pone a disposición de las poblaciones a través de tuberías, cilindros y contenedores.
El uso de este combustible ha transformado la producción de energía eléctrica, convirtiéndose en la opción más económica y ambientalmente segura para alimentar los generadores. La producción de electricidad a partir de generadores alimentados con gas natural, tanto en la industria como en el contexto residencial, se obtiene a un costo más bajo que la producción térmica al reemplazer el diésel y otros combustibles más caros y contaminantes. Este equipo puede utilizar diferentes tipos de gases como combustible, como el gas natural o el biogás. Se caracterizan por su alta eficiencia, fiabilidad y respeto al medio ambiente, ya que tienen bajas emisiones atmosféricas.
Estos generadores de gas suelen aplicarse en un contexto industrial, como en la industria petroquímica del petróleo y el gas, en centros comerciales, plantas de cogeneración o aeropuertos, por ejemplo, constituyendo una excelente alternativa a los métodos tradicionales de generación de electricidad.