Los muelles de tracción funcionan de forma inversa a los muelles de compresión, es decir, la presión del gas en el cilindro tira del vástago hacia dentro. Cuando se cierra una abertura, el muelle de tracción soporta así la fuerza manual. Un muelle de tracción es un elemento cerrado que no requiere mantenimiento. Consta de un tubo de presión y un vástago con émbolo. Además, en la guía del vástago hay una junta para evitar posibles pérdidas de gas. El muelle de tracción está provisto de gas comprimido - nitrógeno - que proporciona la fuerza del muelle. En estado sin presión, el vástago siempre está retraído. Al extraer el vástago se reduce el volumen del cilindro y el gas se comprime. Esto genera un aumento de fuerza (progresión) para el muelle, que depende del diámetro del vástago y del volumen del cilindro. El pistón tiene una pequeña abertura (tobera), a través de la cual puede fluir el gas, permitiendo así que el vástago se mueva a una velocidad definida. La sección transversal (diámetro) de esta abertura define el grado de amortiguación de un muelle.
Aplicaciones de los resortes de tracción:
Los resortes de gas a tracción se utilizan en cualquier situación en la que los resortes de compresión de gas normales no pueden utilizarse por razones de espacio. Soportan la fuerza manual al abrir tapas de las que hay que tirar hacia arriba para abrirlas. Esta opción se encuentra, por ejemplo, en las trampillas de evacuación de los ascensores. Además, los muelles de tracción se utilizan si las cubiertas deben mantenerse levantadas mientras están abiertas, como ocurre, por ejemplo, en los escritorios con superficie de trabajo elevable.
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