De forma autónoma, autopropulsada y puntual, los nuevos vehículos de guiado automático (AGV) se encargan, por ejemplo, de transportar los carros o bastidores en forma de A o L entre la zona de corte y cada una de las estaciones de tratamiento. En interacción con un sistema de control, los AGV destacan por un flujo continuo del vidrio y por su gran flexibilidad cuando las prioridades o la disponibilidad de las máquinas cambian.
• Flujo de material continuo y optimizado.
• Procesos transparentes y con trazabilidad en tiempo real.
• Transporte seguro y focalizado de grandes cantidades de vidrio.
• Automatización sencilla gracias a una adaptación progresiva o completa a las necesidades existentes.
• El vidrio puede cargarse y descargarse de forma manual o automática.
• Apto para los modelos de carros de Estados Unidos y la UE así como para bastidores en forma de A o L.