La protocolización, el control del proceso, la supervisión y el cumplimiento de los intervalos de mantenimiento adquiere cada vez más importancia. Los sistemas de supervisión del proceso apoyados por un PLC ayudan a reconocer y optimizar los procesos de trabajo que requieren mucho personal. Los tiempos de parada se pueden reducir si se reconocen a tiempo los fallos gracias a la protocolización del estado de funcionamiento y la activación automática de los intervalos de mantenimiento.