Las tuberías de material plástico no se pueden localizar aplicando el método electromagnético tradicional, ya que no son conductoras de electricidad. El método acústico aplica otro principio en la localización de redes: los tubos transmiten vibraciones mecánicas mejor que el terreno circundante. Si se aplican al tubo las vibraciones adecuadas, éstas se propagan a lo largo del mismo y, posteriormente, llegan a la superficie. Allí pueden ser detectadas con un micrófono de suelo. Al igual que en la localización acústica de fugas de agua, la tubería se encuentra, por lo general, allí donde se obtiene la máxima intensidad de sonido. En principio, con este método, pueden localizarse también tubos metálicos y de fibrocemento.
El sistema COMBIPHON® se compone de la unidad de control central, el Generador G5, y de diferentes generadores de impulsos. El "Striker" o el "Stopper" se utilizan para generar sonidos en la tubería que pueden ser detectados acústicamente por el sistema AQUAPHON® o el AquaTest T10.