El trayecto a la profundidad del pozo implica riesgos. La reducción de la presión en pozos, así como en pozos de ventilación y respiraderos puede liberar grandes cantidades de CO2. Las concentraciones superiores a 5 %Vol. de CO2 en el aire que se inhala puede causar confusión, pérdida del conocimiento e incluso la muerte. Las tuberías de gas dañadas, que se encuentren cerca del pozo, también representan un peligro. En pozos estrechos, el cambio natural del aire no es suficiente. Por lo tanto, es importante que haya aire limpio antes de entrar en el pozo.