● El aluminio es significativamente más liviano que muchos otros metales, lo que lo hace ideal para aplicaciones donde la reducción de peso es crucial, como en las industrias automotriz, aeroespacial y electrónica.
● Las propiedades del aluminio hacen que sea fácil de mecanizar. Permite torneado a alta velocidad, lo que se traduce en tiempos de producción más rápidos y costos reducidos. Su maquinabilidad también garantiza acabados precisos y suaves, cumpliendo con los estrictos requisitos de tolerancia.
● El aluminio forma de forma natural una capa protectora de óxido que mejora su resistencia a la corrosión, lo que lo hace adecuado para aplicaciones expuestas a entornos hostiles, lo que garantiza su longevidad y fiabilidad.
●El aluminio posee una excelente conductividad térmica y eléctrica, lo que lo hace ideal para componentes que requieren una eficiente disipación del calor o conductividad eléctrica, como disipadores de calor, conectores eléctricos y diversos componentes electrónicos.
Tanto el torneado como el fresado son procesos de mecanizado fundamentales que se utilizan para dar forma a los materiales, normalmente metales, en las formas deseadas. Sin embargo, funcionan de forma diferente y son adecuados para distintas aplicaciones.