El detector de cavidades móvil de la serie TYM-K utiliza el campo eléctrico natural como fuente de trabajo, basándose en las diferencias de conductividad eléctrica entre el mineral de roca subterránea y el agua subterránea.
Mediante la medición de los componentes del campo eléctrico de múltiples frecuencias diferentes en la superficie del suelo, se estudian los cambios anormales causados por varios cuerpos geológicos de acuerdo a sus patrones de variación, resolviendo así problemas geológicos a través de un método de exploración eléctrica.
Este instrumento utiliza el campo eléctrico natural de la tierra sin necesidad de campos eléctricos artificiales, eliminando así el engorroso sistema de alimentación eléctrica y consiguiendo un funcionamiento sencillo y un instrumento ligero.
Los datos recopilados por el instrumento se transmiten a un teléfono inteligente a través de Bluetooth, donde se procesan mediante una función de cálculo única en la aplicación del teléfono inteligente para mostrar automáticamente gráficos y vistas de secciones transversales. Estas vistas revelan claramente la estructura de la capa geológica, lo que permite una rápida identificación de huecos (cuevas) y otra información específica.