El uso de envases crece exponencialmente en los 90 y esto ha generado enormes problemas en la eliminación de residuos. Esto, además de una nueva conciencia ecológica global, llevó a una investigación dirigida a la valorización de los residuos plásticos.
Los productos más sencillos de identificar y seleccionar son las botellas de PET; se ha creado un circuito de recuperación / selección / lavado de escamas de PET, introduciendo en el mercado una gran cantidad de desechos de muy buena calidad.
La transformación de estos copos en un producto de valor añadido es exactamente el mejor ejemplo en el que una extrusora corrotante de doble tornillo puede mostrar toda su calidad y ventajas.
> La extraordinaria capacidad de alimentación de una extrusora corrotante permite la introducción de hasta el 100% de los desechos reciclados sin afectar el rendimiento de la máquina.
> La extrusión de una lámina termoformable de PET con una máquina corrotante es un proceso muy barato con un coste energético reducido a la mitad en comparación con los sistemas tradicionales.
> Aprovechando la extrema eficiencia del sistema de desgasificación de la extrusora corrotante, es posible procesar el PET sin necesidad de deshumidificar y, por consiguiente, cristalizar las escamas antes de la extrusión. Todo ello manteniendo un grado de degradación, natural para el PET, dentro de unos límites bien aceptables para las aplicaciones finales previstas
La deshumidificación y la cristalización son procesos que requieren un alto consumo de energía y evitando estas fases, además del típico bajo consumo de la extrusora corrotante, se puede obtener un costo de producción decisivamente competitivo.
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