La placa magnética consta de una serie de imanes de ferrita o neodimio enfundados en acero inoxidable. Se sitúa suspendida sobre la banda que transporta el material a tratar.
Es la solución más económica y sencilla para la separación de elementos férricos.
Su uso está indicado en instalaciones con contaminación férrica y donde la unidad se pueda situar en puntos accesibles.
El único mantenimiento que precisa es la limpieza periódica de los elementos férricos adheridos a su superficie. No tiene consumo energético y la duración del campo magnético, (en condiciones ambientales normales), es ilimitado.
Se fabrican en tres formatos, sencilla, con bandeja de limpieza y con alas. Dependiendo del material a separar y de la altura de trabajo, se efectuará un diseño personalizado.