El biofiltro es el sistema más natural para la desodorización del aire. La eliminación de los olores con productos químicos o adsorbentes en lugar de eliminar la contaminación la transfiere a otro lugar.
En las torres de lavado químico, por ejemplo, la contaminación del aire se transfiere al agua, que debe ser tratada. En las torres de absorción, los contaminantes son absorbidos por carbones activos; los carbones activos agotados deben eliminarse como residuos especiales.
Los sistemas con productos desodorizantes tienen un alto consumo y, por tanto, elevados costes de gestión.
En el biofiltro AERNET, las sustancias nocivas son transformadas en compuestos no tóxicos, como el dióxido de carbono y el agua, por la flora bacteriana aeróbica fijada en un lecho de soporte especial (proceso de biofiltración). El lecho consiste en un material vegetal especial biológicamente activado llamado BIOMAT.
Este lecho especial mantiene la estructura porosa que soporta los microorganismos durante mucho tiempo. El material de soporte deja pasar el aire a través de su estructura porosa y favorece el contacto entre las sustancias contaminantes y las bacterias.
El proceso ya ha sido probado y utilizado con éxito para eliminar los olores de:
Plantas de tratamiento de aguas residuales
Plantas de tratamiento de residuos sólidos urbanos (compostaje)
Procesamiento de residuos de carne y pescado
Procesamiento de café
Procesamiento de tabaco
Procesamiento del cuero
Procesamiento de alimentos en general
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