Las plantas de la serie MEC se utilizan para la depuración de aguas residuales civiles procedentes de hoteles, restaurantes, pueblos turísticos, centros comerciales, actividades artesanales, hospitales, etc.
Estos depuradores biológicos se diseñan en función de las características de las aguas residuales a tratar y se dimensionan para garantizar los límites de aceptabilidad fijados por la legislación vigente para el vertido en aguas superficiales.
El carácter monolítico de los depósitos, de fácil y rápida inserción, asegura la ausencia de infiltraciones y fugas en el terreno, dando una garantía absoluta contra los problemas higiénicos.
Las plantas tienen un ciclo de oxidación "total", con activación biológica y estabilización de lodos, simultáneamente con la depuración de las aguas residuales. El proceso de depuración incluye las siguientes fases: desbaste (opcional); oxidación biológica; sedimentación; recirculación de fangos activados; vertido de agua clarificada y depurada.
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