Los filtros tienen una amplia variedad de aplicaciones en la industria alimentaria, cosmética, algunas industrias químicas y en servicios auxiliares de la industria farmacéutica.
Son de diseño sanitario y se utilizan para filtrar partículas que pueden dañar bombas u otros equipos.
El filtro consiste básicamente en un cuerpo con una entrada y una salida de producto. Dentro del cuerpo se fija el tamiz que retiene todas las partículas que tengan un tamaño superior o igual al paso de la malla.
Existen distintas configuraciones:
- Limpieza del tamiz sin desmontar el filtro:
Filtro escuadra (82700): la entrada y la salida del producto forman un ángulo recto.
Filtro recto corto (83700): la entrada y la salida del producto están en una misma dirección.
- Limpieza del tamiz desmontando el filtro:
Filtro recto (81700): la entrada y la salida del producto están en una misma dirección.
Baja pérdida de carga.
Conexiones estándar en DIN 11850.
Tamiz con taladro circular (Ø 0,5 mm a Ø 5 mm) o taladro longitudinal (10 x 1 mm).