Los mezcladores de mesa se usan para incorporar sólidos en un medio líquido en circulación. Tiene un amplio campo de aplicaciones, desde preparación de jarabes farmacéuticos hasta la incorporación de pectinas en glucosas para poder hacer mermeladas. Existe una versión con mixer in line de cada modelo para evitar grumos en el producto ya disuelto. Las aplicaciones más habituales son en el sector lácteo, como la reconstitución o estabilización de la leche, o en industrias como la de bebidas que se requiere realizar disoluciones de azúcar para realizar un jarabe.
El mezclador de mesa es un equipo compacto, formado por una bomba centrífuga con un sistema venturi en la aspiración y una tolva con una válvula de mariposa en la parte superior
para adicionar los sólidos al líquido que pasa por la bomba. En este mezclador, la aspiración
y el venturi están dispuestos horizontalmente. Existe una opción de poner un mixer in-line después de la bomba centrífuga para reducir el tamaño de los grumos en caso de ser necesario.
Gracias al venturi y a la aspiración de la bomba se crea una fuerte depresión en la base de la tolva. En el momento que se abre la válvula de la tolva, los sólidos son aspirados y se disuelven perfectamente al pasar dentro del cuerpo de la bomba.
Se recomienda trabajar en recirculación ("batch") hasta que se hayan incorporado todos los sólidos, y aún para tener una disolución lo más homogénea posible, continuar recirculando un tiempo después que los sólidos ya se han incorporado completamente.
En algunos casos también se puede usar "in-line" en función del sólido añadido y la calidad necesaria de la disolución.