El bombeo de chocolate puede llegar a ser un proceso delicado, por lo que hay una serie de factores que deben tenerse en cuenta.
La viscosidad puede llegar a ser muy elevada, por lo que deberemos escoger bombas adecuadas. Nuestra recomendación es utilizar bombas lobulares, ya que además de bombear productos de alta viscosidad con un rendimiento elevado, son higiénicas y fáciles de limpiar.
El mantenimiento de una temperatura constante es esencial. Una temperatura demasiado alta puede provocar la caramelizacion del producto, mientras que con una temperatura demasiado baja podría solidificar, provocando una reducción del caudal y por consiguiente una pérdida de rendimiento, que podría llegar a bloquear la bomba por completo.
Para mantener la temperatura del chocolate y evitar su solidificación en el interior de la bomba, se recomienda montar cámara de calefacción frontal y/o en el cuerpo.
Tendrá especial importancia garantizar un buen sellado del producto en el interior de la bomba. Para el bombeo de chocolate, ofrecemos diferentes opciones:
a. Junta de labios: opción más económica: presión de trabajo máxima 4 bar. Se recomienda solamente para chocolates muy líquidos y poco abrasivos, ya que sino la duración de las juntas puede llegar a ser muy corta.
b. Junta de labios con engrasador manual o automático: presión de trabajo máxima 4 bar.
c. Cierre mecánico con quench y engrasador manual o automático: presión de trabajo máxima 4 bar. Consiste en cierres mecánicos simples (SiC/SiC/Vitón) con retén de labio en la cámara trasera.
d. Cierre mecánico doble con engrasador automático: presión de trabajo máxima limitada según el modelo de bomba.