Los sensores ópticos operan sin contacto. Estos detectan objetos independientemente de su naturaleza (p. ej. forma, color, estructura de la superficie, material). El modo de funcionamiento básico se basa en el envío y la recepción de luz. Se distinguen tres modelos: 1. La fotocélula de barrera está formada por dos equipos separados, un emisor y un receptor, los cuales están alineados entre sí. Cuando se interrumpe el haz de luz entre ambos equipos, la salida de conmutación integrada en el receptor cambia de estado. 2. En la fotocélula reflexiva el emisor y el receptor están dentro de un equipo. El haz de luz emitido se refleja en el receptor mediante un reflector que hay que montar enfrente. Cuanto se interrumpe el haz de luz, la salida de conmutación integrada en el equipo cambia de estado. 3. En la fotocélula autorreflexiva, el emisor y el receptor están dentro de un equipo. El haz de luz emitido es reflejado por el objeto a detectar.