El receptor VLF está especialmente diseñado para estudios de alta productividad, en la exploración de aguas subterráneas y minería.
No se requiere la orientación del operador con respecto a la dirección del transmisor ya que tres sensores magnéticos miden los componentes del campo VLF. Tampoco se requiere la inclinación ni la horizontalidad de la unidad de sensores, ya que dos inclinómetros corrigen la posición inclinada.
El receptor puede funcionar en dos modos:
- El modo clásico de ángulo de inclinación, basado en la medición de componentes sólo magnéticos, y utilizado para prospectar estructuras conductoras tipo dique que generalmente corresponden a zonas meteorizadas o mineralizadas.
- El modo de resistividad basado en la medición de componentes magnéticos y eléctricos. En este modo, se utiliza una línea eléctrica corta y dos electrodos metálicos. Las aplicaciones se refieren a la prospección de estructuras resistivas tipo dique y a la cartografía geológica (estudios estructurales).
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