Las granalladoras de tipo colgante tienen una cabina de dimensiones adecuadas, revestida interiormente con material resistente al desgaste. Las turbinas se colocan en una de las dos paredes laterales; el número de turbinas depende de las dimensiones de la cabina. La cabina tiene una puerta de doble bisagra desde la que se trasladan las piezas. Las piezas se enganchan en un gancho (directamente o a través de un soporte) y se desplazan mediante un carro (manual o motorizado). Una vez introducidas en la cabina, el gancho puede oscilar en varias posiciones y girar mediante un sistema rotativo colocado en el techo de la cabina. Este doble movimiento permite la mejor cobertura del proceso de granallado. Los carros se desplazan a lo largo de una viga que puede ser recta (en este caso sólo hay un gancho) o en forma de Y (en este caso hay dos ganchos).
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