El embalaje heavy-duty está diseñado para ofrecer unos niveles de protección extremos durante el transporte y a menudo se utiliza para productos pesados, frágiles, de gran volumen o de gran valor.
Fabricado principalmente con cartón de doble o de triple ondulado, el embalaje heavy-duty también puede incorporar distintos materiales adicionales para responder a los requisitos de la cadena de suministro, entre los que se encuentran la espuma, el plástico, el poliestireno, la madera o la madera contrachapada.
El embalaje heavy-duty está diseñado para ofrecer la resistencia, la estabilidad y el aislamiento necesarios para cumplir los requisitos físicos de su cadena de suministro, ya sea en el transporte aéreo o por carretera. El diseño del embalaje, junto con la selección de los materiales más adecuados, garantiza que sus productos lleguen a su destino en perfectas condiciones.
El embalaje heavy-duty constituye una alternativa rentable y ecológica al embalaje convencional de madera o metal.