Los interruptores electrónicos de sobrevelocidad controlan hasta cuatro rangos de velocidad programables (sobrevelocidad, subvelocidad y parada) con un alto nivel de precisión de conmutación, incluso a bajas velocidades de funcionamiento. Si se sobrepasa una velocidad programada o es demasiado baja, la salida de conmutación correspondiente conmuta. En consecuencia, los interruptores de velocidad contribuyen a la protección de los sistemas y de las personas. Se instalan en motores de grúas, en operaciones de minería, así como en trenes de laminación y más. Cuando se cambian los dispositivos, es posible transferir los parámetros previamente almacenados en el primer dispositivo al nuevo dispositivo.
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