La forma de la turbina cóncava permite mezclar fluidos y gases, dispersarlos sin que el elemento mezclador se vuelva inestable. Esto se debe a que tiene un flujo radial y se autoequilibra. Los "canales" de este elemento mezclador garantizan que el flujo de gas se disperse por igual en el recipiente.
El flujo se descarga radialmente hacia la pared del recipiente con la mitad del flujo dirigido hacia arriba y la otra mitad hacia abajo.
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