Un sistema de aire comprimido típico tiene pérdidas de aire a través de las conexiones de las tuberías y las purgas tipo flotador con fugas, etc. Al instalar un AIR-SAVER, el usuario final limitará las pérdidas de aire. Al final de la jornada laboral, El AIR-SAVER cerrará el flujo de aire y guardará el aire comprimido generado en el depósito de aire.
El AIR-SAVER generalmente se instala en la salida de aire del receptor de aire. Alternativamente, se aplica en fábricas más grandes para cerrar ciertas partes del sistema de aire comprimido, donde durante ciertas partes del día no se requiere aire comprimido.
El AIR-SAVER ha demostrado su eficacia y ha ahorrado millones de m³ de aire comprimido en todo el mundo. El AIR-SAVER ayuda a los usuarios finales a evitar que el valioso aire comprimido se escape nnecesariamente, lo que reduce las horas de funcionamiento del compresor y, por lo tanto, extiende su vida útil, ahorrando energía y costos operativos.
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