El proceso de remachado crea uniones entrelazadas irresolubles. Esto se consigue mediante el conformado o reformado del material termoplástico. En la mayoría de los casos, en este procedimiento sólo se realizan uniones puntiformes o segmentadas. A diferencia de la soldadura de dos componentes, no se pueden conseguir uniones herméticas. Una versión particular de este procedimiento es la unión de plásticos con metales, textiles y cartón.
El método se utiliza con frecuencia para piezas decorativas de madera, en las que hay que incrustar un listón decorativo cromado.
Soldadura de piezas por conformado o reformado
Creación de una junta en forma de punta o segmentada
Es necesario solapar la unión
Una de las piezas a soldar debe tener un orificio de separación
Uniones de plásticos distintos y similares
Unión de plásticos con metales, textiles o cartón
Tecnología de montaje y soldadura rentable
A diferencia del remachado por ultrasonidos, el remachado térmico puede utilizarse sin problemas para uniones metal/plástico, ya que ninguna herramienta vibratoria entra en contacto con las chapas metálicas, por lo que la unión no corre peligro. Especialmente en plásticos críticos como POM o PA-GF, que tienden a fragilizarse con el remachado ultrasónico, con el remachado térmico se puede conseguir una calidad muy alta de las uniones. Este método también es muy útil, si es muy importante evitar la contaminación de las piezas por partículas fragilizadas.
Durante la fase de calentamiento, el remachado con aire caliente no entra en contacto con el material. Un flujo continuo de aire caliente calienta la espiga de remachado. Aquí, la conformación de la cabeza de remachado se realiza con un sello en frío en una estación separada.
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