El papel acolchado se recomienda para embalar y proteger de forma óptima durante el transporte productos pesados de diferentes dimensiones o productos de gran valor.
Sus finalidades son múltiples: rellenar los huecos y mantener los productos firmes dentro del embalaje exterior, proteger contra los daños que pueden producirse por condiciones de transporte difíciles o maniobras inadecuadas, protección contra arañazos o grietas para mercancías sensibles y frágiles como la porcelana o la cristalería, por ejemplo, envolviéndolas individualmente, protección contra el polvo o pelusas diversas..
En cuanto a su grosor, el acolchado de papel puede ser de una o varias capas, y puede tener distintos gramajes. El proceso de hendido del papel aumenta su volumen, por lo que éste absorbe los golpes mecánicos y fija el producto rellenando los huecos del interior del paquete.
Se utiliza en sectores como la automoción, el comercio electrónico, la logística (grandes almacenes), la electrónica, etc.
El papel de embalaje y envoltorio industrial suele obtenerse y producirse a partir de materiales reciclados, es fácil de recoger y es 100% reciclable después de su uso (ventaja ecológica), no agrediendo así al medio ambiente, sino sosteniéndolo y protegiéndolo al reducir el volumen de los residuos industriales generados.
Después de su uso, es muy fácil para los clientes deshacerse de él, por lo que puede ser procesado en el siguiente bucle de material para cojines protectores. Existen láminas de papel que, gracias a la tecnología actual, pueden reciclarse junto con los residuos de papel normal y también con los residuos de papel biocompostable.
---