CADENAS RESISTENTES A LA CORROSIÓN
Una cadena resistente a la corrosión es aquella que tiene una mayor resistencia a la fatiga y al desgaste en entornos corrosivos. El metal más utilizado para las cadenas resistentes a la corrosión es el acero templado, que es más duradero que otros tipos de metales y puede soportar temperaturas más altas durante más tiempo. Las cadenas se fabrican con acero en polvo, que se funde en una tira continua de metal. A continuación, el material se enrolla en láminas que se sueldan entre sí para formar los eslabones de la cadena.
Dado que el acero templado tiene una gran resistencia a la fatiga y al desgaste, es perfecto para su uso en entornos corrosivos en los que otros materiales fallarían rápidamente. Así, las características de las cadenas resistentes a la corrosión pueden ser varias. La cadena zincada y la cadena niquelada, para ser más específicos, se utilizan principalmente en la producción de alimentos o en aplicaciones en las que se requiere una limpieza frecuente de la cadena. Obtenga más información sobre qué es una cadena resistente a la corrosión en el siguiente artículo
Los entornos corrosivos requieren cadenas con alta resistencia a la fatiga y al desgaste. Las cadenas fabricadas con aceros normales se desgastan rápidamente, por lo que en este tipo de aplicaciones se utilizan cadenas resistentes a la corrosión.
Una amplia variedad de revestimientos y combinaciones de materiales pueden garantizar que una cadena sea resistente a la corrosión. Como Makelsan Chain, nuestra gama de productos incluye cadenas de rodillos de material inoxidable, disponibles en versiones galvanizadas, niqueladas o cincadas.
Zinc: Generalmente utilizado en aplicaciones al aire libre, el zinc protege la cadena de la oxidación y la corrosión.
Níquel: Generalmente utilizado en la industria alimentaria y de envasado, para formar una capa protectora contra el ácido en la cadena.
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