El soplante de émbolos rotativos se compone fundamentalmente de un estator dentro del cual se alojan dos émbolos simétricos, con forma de engranaje tridental que giran en sentido contrario y velocidad uniforme.
El fluido a vehicular penetra en la cámara formada por el estator y los émbolos que en su giro lo desplazan a la tobera de compresión. La presión final de servicio depende únicamente de la resistencia a vencer por rozamiento en las conducciones de fluido y las prestaciones específicas de utilización.
Manteniendo una presión constante y aumentando la velocidad del soplante, aumenta proporcionalmente el caudal del fluido impulsado. La potencia absorbida se ajusta automáticamente a la presión real de trabajo, evitando consumos de energía innecesarios.
Nuestros equipos de émbolos rotativos se certifican bajo la directiva ATEX 94/9/CE, requisito necesario para poder ser instalados en lugares donde se puedan formar atmósferas potencialmente explosivas.
Se determina atmósfera explosiva a la mezcla de aire con un combustible en forma de gas, vapor, nube o polvo, en una proporción tal que una temperatura excesiva, arcos eléctricos, chispas u otra fuente de inflamación con energía suficiente pueda
provocar su explosión.