Las resistencias de potencia MCV con cables radiales están construidas para mantener una distancia entre la superficie de montaje (PCB) y la resistencia. Esto evita una transferencia de calor no deseada entre la resistencia y otras superficies o componentes. En comparación con otras resistencias de potencia, estas resistencias no requieren disipador de calor y son resistentes a las llamas porque están cementadas en una carcasa de cerámica. Aguantan cargas de hasta 10 vatios @75 °C y tienen valores de resistencia de 0,01Ω...90kΩ con una tolerancia de resistencia de hasta ±0,01%. Las resistencias MCV pueden utilizarse en cualquier lugar donde se produzcan temperaturas elevadas. Las aplicaciones típicas son los circuitos de potencia y control para los accionamientos eléctricos o el control de la temperatura.