Estas máquinas constan de cabezales de accionamiento y retorno y zonas de carga idénticas a las de un transportador de cinta estándar, del que se diferencian por la forma particular de la sección central.
Después del punto de carga, la cinta se pliega alrededor del material y adopta una forma tubular a lo largo de toda la longitud del ramal superior y del ramal de retorno.
Unas estaciones de poleas tensoras hexagonales especiales, instaladas en paneles debidamente espaciados, mantienen la forma redonda de la correa. Ante la polea motriz, la cinta vuelve a abrirse y el material se descarga de la forma tradicional.
Gracias al cerramiento completo de la cinta, que impide todo tipo de fugas de material, los transportadores tubulares son capaces de trazar curvas tanto horizontales como verticales, sorteando obstáculos y estructuras existentes.
REQUISITOS MÍNIMOS DE ESPACIO
La sección de un transportador tubular es menor que la de un transportador de banda equivalente, por lo que los requisitos de espacio son mínimos y el peso de las estructuras y soportes es menor. Como el material se transporta dentro de una cinta tubular, permite un mayor ángulo de inclinación del transportador: en algunos casos, un solo transportador tubular puede sustituir a la combinación de transportador de cinta y elevador de cangilones.
MATERIAL PROTEGIDO DE LA CONTAMINACIÓN EXTERNA
La cinta del transportador tubular se pliega en un recinto hermético al polvo, lo que evita fugas de material y protege de la contaminación externa, incluidos el agua y la humedad.
BAJOS COSTES DE MANTENIMIENTO
Los costes de mantenimiento se reducen al mínimo. Los rodillos locos trabajan siempre en el lado "limpio" de la cinta, lo que mejora aún más las ya de por sí bajas características de mantenimiento de un transportador de cinta estándar.
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