La bomba peristáltica, también llamada bomba de manguera forma parte del grupo de bombas volumétricas de desplazamiento positivo, estas bombas tienen un diseño bastante simplista pero extremadamente robusto que les permite ser utilizadas con aplicaciones difíciles como el trasvase de productos de alta viscosidad y fluidos donde se espera una alta concentración de sólidos, siendo muchas de ellas aplicaciones donde otras bombas fallarían. Como uno de sus nombres populares indica, la acción de bombeo se realiza mediante una combinación de una manguera situada dentro de la carcasa de la bomba y un rotor con un conjunto de rodillos o almohadillas/zapatos que comprimen la manguera, al presionar la manguera mientras giran continuamente los rodillos o almohadillas empujan el fluido fuera del lado de entrada y hacia el lado de descarga de la manguera, lo que significa que el caudal alcanzado es directamente proporcional a la velocidad con que los rodillos giran y aprietan el tubo/manguera, esta acción también crea una presión negativa en el lado de succión de la bomba de hasta 9 m.c.a., lo que significa que la bomba puede autocebarse y alcanzar una altura de aspiración de hasta 9 metros, lo que, junto con la capacidad de funcionar en seco indefinidamente, hace que la bomba peristáltica sea una opción adecuada para la mayoría de las aplicaciones de bombeo.
Otra ventaja de estas bombas es su fácil y económico mantenimiento, ya que la manguera es la única pieza de desgaste de la bomba y la única que está en contacto con el fluido, lo que obviamente significa que la compatibilidad de la manguera es muy importante, ya que un material incorrecto podría significar que la manguera tenga que cambiarse con bastante frecuencia, lo que aumentaría drásticamente el coste de funcionamiento de la bomba
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