El mezclador estático KMX-V es la mejor elección para aplicaciones de mezcla exigentes, incluidas las que implican fluidos con viscosidad o relaciones de volumen extremas.
Comparación directa
Las pruebas de laboratorio han demostrado que las superficies cóncavas del elemento KMX-V favorecen más el flujo transversal que los diseños de la competencia con álabes planos. Esta característica mejora el rendimiento de la mezcladora en aplicaciones difíciles y de alta viscosidad. Las láminas de aditivos de baja viscosidad son impulsadas a lo largo del canal de cada pala y cizalladas bruscamente por fuertes gradientes de velocidad de flujo transversal a medida que pasan alrededor de la superficie aguas arriba.
La uniformidad de la mezcla se determinó tomando muestras del flujo en el extremo de descarga de los mezcladores mediante un muestreador de panal especialmente construido que recogía todo el material que pasaba por la tubería. Para mayor precisión, se recogieron datos en 20 puntos de la sección transversal de los mezcladores.
El KMX-V se clasificó en primer lugar por proporcionar una mejor mezcla por unidad de longitud que cualquier otro mezclador del mercado. Su caída de presión por unidad de longitud fue idéntica a la de la competencia, por lo que la eficacia de mezcla de la KMX-V fue superior a la de las demás unidades de prueba.
Principios de funcionamiento
La KMX-V utiliza la mezcla de flujo cruzado y la división del flujo para conseguir una mezcla rápida. Cada elemento tiene una longitud aproximada de un diámetro de tubería y consta de múltiples álabes que se cruzan y generan capas de fluido a medida que la mezcla fluye corriente abajo. Cada pala es de construcción cóncava, lo que ofrece un mejor flujo transversal que las palas planas para una mezcla superior por unidad de longitud en aplicaciones difíciles de alta viscosidad.
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