El fruto, previamente deshuesado y cortado longitudinalmente en dos partes, se introduce en la máquina mediante una cinta alimentadora y se deposita en un tambor perforado. Una cinta de prensado de la fruta restringe progresivamente la sección de paso de la fruta, provocando así una ligera presión sobre el producto. Esto permite que la pulpa blanda pase a través de los orificios del tambor. Por el contrario, la piel no pasa a través de las perforaciones y por lo tanto permanece fuera del tambor. A través de la rotación de este último, la piel es entonces expulsada hacia una salida. Sin embargo, la pulpa se libera a través de otra salida, para permitir su posterior procesamiento. Mediante el ajuste de los rodillos de presión se puede conseguir un rendimiento máximo y una calidad óptima sin precedentes.
Capacidad de producción: depende de la capacidad y del tamaño de los agujeros en el tambor perforado. El rendimiento también depende del tipo de producto y del grado de pretratamiento, del tamaño de los orificios, de la temperatura de suministro, de la presión seleccionada, del alimentador, etc.
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