La destrucción del ozono es el objetivo principal de un destructor de ozono. Aunque la aplicación del ozono es una de las formas de desinfección y oxidación más respetuosas con el medio ambiente, es crucial destruir cualquier exceso o residuo de ozono de forma segura.
En este momento, la OSHA estadounidense exige que el "valor límite de umbral" (TLV) de una exposición de ocho horas en interiores se limite a 0,05 partes por millón (0,05 ppm). El endurecimiento de las emisiones de ozono en todo el mundo se intensificará en los próximos años, lo que obligará a muchas operaciones a instalar sistemas de control para destruir el ozono desprendido para cumplir las nuevas normas.
El ozono puede destruirse térmicamente (reducirse a oxígeno) pero también catalíticamente. La destrucción catalítica del ozono es el proceso más utilizado, porque es fácil de instalar en los sistemas de generación de ozono nuevos y existentes y es rentable. Hay que tener cuidado con el diseño y las dimensiones del destructor para asegurarse de que la caída de presión y el aumento de temperatura no sean excesivos.
Verdadera reacción catalítica
Sin consumibles
Construcción de acero inoxidable
Banda calefactora integrada
Listo para usar a su llegada
Longitud : 120 mm
Ancho : 150 mm
Altura : 650 mm
Peso : 8 Kgs
Capacidad Max. Capacidad de flujo : 28 LPM
Modo de funcionamiento : Continuo
Max. Concentración de O3: 8%
Rango de humedad: 0-100%
Conexión de entrada : 1/2-in NPT
Conexión de salida : 1/4-in NPT
Consumo de energía : 100 Watts
Requisito eléctrico : 220V AC, 50 Hz
Garantía : Un año
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