No importa el cuidado con el que se manipule la gasolina o el diésel, la contaminación, en forma de suciedad, barro o agua, siempre acabará entrando en el depósito de combustible. Hoy en día, en que los motores modernos inyectan combustible a más de 36 000 psi (2500 bar) y las tolerancias del inyector se miden en micras, incluso una pequeña cantidad de suciedad o corrosión por agua puede dañar los componentes, reducir la eficiencia del motor y, en los casos más graves, romper por completo el inyector.
Los separadores de agua con filtros de combustible de la serie Spin-on de Racor ofrecen la máxima protección para los motores de gasolina y diésel modernos mediante la eliminación efectiva de contaminantes del combustible; como el agua, el sílice, la arena, la suciedad y el óxido. El cabezal de montaje y el cuerpo del filtro están protegidos por un revestimiento en polvo, duradero y de aplicación electroestática para conseguir una resistencia superior a la corrosión. El diseño único de filtro enroscable facilita el mantenimiento y cuenta con una cazoleta de recogida de contaminantes, de plástico o metal, transparente, reutilizable y con drenaje de autoventeo o conector metálico.
Hay disponible de forma opcional una bomba de cebado integral para modelos de filtro diésel, pero no se recomienda para modelos de gasolina. La bomba facilita el cebado y simplifica el mantenimiento al eliminar el engorroso prellenado del filtro y los problemas de arranque del motor. Los modelos diésel también están disponibles con calentadores de combustible opcionales para garantizar las prestaciones en entornos extremadamente fríos.