Nuestros destornilladores difieren notablemente de la norma alemana. Porque, durante la producción, prescindimos por completo del apoyo para el pulgar, que de todos modos no se utiliza. Como resultado, nuestro destornillador es más delgado y se puede enrollar fácilmente entre el índice y el pulgar al girar tornillos sueltos. Las superficies planas del mango transmiten su fuerza de forma óptima y evitan que el destornillador ruede en el lugar de trabajo.
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