Los elevados rendimientos y su adaptabilidad a las aplicaciones más diversas, aún anormales, las colocan como ideales en el mercado doméstico, civil, industrial; en particular para la distribución del agua acopladas a un tanque de presurización, para el aumento de la presión de la red, para grupos antiincendios.
Son recomendadas para bombear agua limpia, sin partículas abrasivas y líquidos químicamente no agresivos con los materiales que constituyen la bomba.
La instalación se debe realizar en lugares cerrados o protegidos de la intemperie.