Los sensores de proximidad ranurados se componen de dos sistemas de bobinas, una en cada lado de la ranura. Si se introduce un elemento metálico en la ranura del sensor, disminuye el acoplamiento inductivo entre las bobinas. A partir de una cierta profundidad el acoplamiento está por debajo de su valor crítico y el sensor conmuta.
Debido a su diseño, este sensor de tipo ranurado es insensible frente a cambios de posición del objeto en la dirección del eje de detección y no se ve afectado por las características del metal objeto de detección.