Puesto que el color es una característica obvia de los productos, el reconocimiento y la detección fiable de los colores juegan un papel cada vez más importante en los procesos de automatización industrial. Los sensores de color con extraordinarias características de Pepperl+Fuchs cubren la mayoría de aplicaciones; tanto la detección de marcas de color a una distancia fija como la detección de objetos de color a distancias variables, y tanto la detección de un color individual como la detección de diez colores. Los cables de fibra óptica también permiten utilizar los sensores de color en entornos adversos. El funcionamiento de los sensores es muy sencillo: El aprendizaje (“Teach-in”) del color tiene lugar mediante la pulsación de un botón.
Las tolerancias del color pueden aprenderse mediante un “reaprendizaje”. Los valores de los colores programados quedan guardados en la memoria del sensor, aunque se desconecte. El tiempo de respuesta corto de nuestros sensores de color permite el reconocimiento fiable de los colores en procesos rápidos