El futuro del automóvil depende en gran medida de una técnica eficiente para la reducción de las emisiones de sustancias contaminantes. El catalizador por sí solo no es capaz de llevar a cabo esta tarea. Con una competencia reconocida en torno al motor y los más de 30 años de experiencia en la producción en serie, Pierburg pone a disposición sistemas de aire secundario, sistemas EGR y mariposas del escape, para que los valores límite actuales también se puedan cumplir en los sistemas futuros.
Ya a principios de los años noventa, Pierburg desarrolló el sistema de aire secundario para un tratamiento posterior eficaz de los gases de escape. La diferencia entre las emisiones brutas y los valores límite requeridos ha hecho que esto sea necesario.
El aire secundario asiste al catalizador también en la fase de calentamiento del motor, ya que directamente después del arranque en frío, el catalizador no tiene ningún efecto de depuración de los gases de escape. Solamente estará listo para el servicio con una temperatura "light-off" de 300-350 grados centígrados. Al insuflar el aire secundario en el colector de gases de escape se produce una oxidación exotérmica de los hidrocarburos sin quemar y del monóxido de carbono. El calor que se libera permite que el catalizador alcance antes su temperatura de servicio. La construcción de la bomba secundaria de aire está diseñada de forma radial y se acciona por medio de un motor de corriente continua. El compartimiento del motor está blindado enfrente de la unidad de la bomba, para proteger el motor de condensado agresivo de gases de escape, y al mismo tiempo garantizar un servicio sin ruidos.