El revolucionario Elim fue desarrollado por Prodieco en respuesta a las dificultades que experimentan las empresas farmacéuticas con la entrada de comprimidos rotos en sus sistemas de alimentación, lo que provoca microparadas y tiempos de inactividad. En respuesta, el sistema Elim, que funciona en todo tipo de máquinas, clasifica los productos rotos antes de que entren en los sistemas de alimentación de la mesa para eliminar las microparadas y aumentar la OEE.
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