La dosificación volumétrica es el sistema de dosificación más antiguo que se utilizaba habitualmente antes de que se inventara la dosificación gravimétrica. El volumen de dosificación se calcula en función del volumen unitario explorado por el tornillo de alimentación. Este sistema es menos sensible que el gravimétrico. Como no hay control de peso, el sistema no conoce la cantidad de adición o pérdida de peso. La dosificación se centra en la base volumétrica. Durante esta actividad, puede haber cambios instantáneos en la densidad del material y, en consecuencia, la sensibilidad de la dosificación no continúa regularmente como se esperaba (aunque el volumen escaneado no cambie). Se trata, respectivamente, de una solución de menor coste en comparación con la gravimétrica.
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