Las cèlulas de carga con brida de la serie CF, instaladas en el extremo de un rodillo, son capaces de detectar con precisión la resultante de las fuerzas generadas por la fuerza de tiro del material en función de los ángulos de bobinado.
El éxito técnico y comercial de estas células se debe a varios factores: el diseño compacto que facilita el montaje en los espacios reducidos, la sencillez de uso y la elevada fiabilidad. Esta última se debe, no solo a los elevados estándares de calidad de nuestro proceso de producción, sino también a la presencia del tope mecánico incorporado a todas nuestras células de carga como medida de protección contra las sobrecargas.
Están disponibles versiones especiales como, por ejemplo, la célula CF.85 IP50 con una alta protección contra el polvo para su aplicación, sin ningún tipo de problema, en entornos muy polvorientos y la versión IP54 para la protección contra las salpicaduras de agua.