En consonancia con su cartera de prestaciones -el Círculo de Competencia-, Reishauer no sólo construye sus rectificadoras de engranajes, sino que también fabrica sus muelas propiamente dichas, denominadas muelas roscadas, en su propia fábrica de Suiza Central.
En el proceso de rectificado de engranajes, la rectificadora suministra la cinemática, es decir, los movimientos precisos que controlan la muela roscada. Por su parte, la muela roscada debe transferir estos movimientos a la pieza rectificándola con precisión a un tamaño definido y una calidad de superficie predeterminada.
Una muela roscada consta de tres elementos, todos los cuales deben cumplir una función específica. Estos elementos son: los granos abrasivos, el aglomerante y los poros. En resumen, la función de los granos abrasivos es realizar el corte de acero templado a medida y con un acabado superficial especificado, todo ello sin generar quemaduras por rectificado. El aglomerante, segundo elemento, mantiene los granos en su sitio y debe garantizar la seguridad del proceso de rectificado a altas velocidades de trabajo. Los poros, como tercer elemento, confieren a la muela una estructura abierta para garantizar que el refrigerante penetre en la zona de contacto durante el rectificado y que las virutas generadas durante el proceso puedan ser transportadas fuera de la zona de rectificado.
Las muelas de roscar Reishauer han sido diseñadas específicamente para el proceso de rectificado de generación continua. Todas y cada una de las muelas de roscar se someten a un riguroso procedimiento de control de calidad y se marcan con una "marca de nacimiento" indeleble inducida por láser que garantiza la trazabilidad permanente del producto.
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