Técnica comprobada, la alta calidad del material, la elaboración precisa del cabezal, los peines y la tapa forman una unidad compacta, lo que garantiza un inicio de roscado suave y un roscado ligero. Sin enganche de los peines. Guía de tubo larga y precisa para un centrado perfecto del tubo. Las ventanas del cabezal se agrandan hacia afuera para facilitar un buen desalojo de virutas y conseguir así unas roscas impecables.