Un sensor de temperatura es un dispositivo que detecta y mide el calor y el frío convirtiendo los datos en una señal eléctrica.
Los RTD (detectores de temperatura por resistencia) son sensores de temperatura que utilizan una resistencia cuyo valor cambia al variar la temperatura. Normalmente, las sondas RTD consisten en un fino alambre enrollado alrededor de un núcleo de cerámica o vidrio, para protegerlas debido a su fragilidad.
El RTD más popular es el Pt100, conocido por su precisión, estabilidad y repetibilidad.
Los Pt100 también son relativamente inmunes al ruido eléctrico, lo que los hace adecuados para medir la temperatura en entornos industriales, como motores, generadores y equipos de alta tensión.
Estos sensores están hechos de platino (Pt) y tienen un valor de resistencia de 100 ohmios a 0 °C.
También existe el sensor Pt1000, que tiene un valor de resistencia de 1000 ohmios a 0°C.
Tanto el Pt100 como el Pt1000 pueden utilizarse indistintamente, dependiendo del instrumento utilizado y de las particularidades de la aplicación.
En algunos casos, Pt1000 puede ofrecer una mayor precisión.
Los detectores de temperatura por resistencia pueden clasificarse según el tipo de elemento sensor utilizado. Algunos utilizan elementos de película fina, mientras que otros utilizan hilos enrollados.
Cada tipo se adapta mejor a determinados entornos y aplicaciones.
Los termómetros de resistencia PT100, comúnmente llamados "sondas PT100", son elementos termosensibles conocidos por su sensibilidad, precisión y fiabilidad. Se presentan en diversas formas, tamaños y materiales, y suelen utilizarse en aplicaciones con temperaturas máximas de hasta 650°C (1200°F).
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