Una válvula motorizada es un dispositivo que utiliza un motor eléctrico o un actuador motorizado para controlar el flujo de fluidos (líquidos o gases) dentro de un sistema. Estas válvulas se utilizan ampliamente en muchas aplicaciones industriales y de automatización, ya que permiten un control preciso del caudal.
He aquí cómo funciona una válvula motorizada:
Motor eléctrico o actuador: El corazón de una válvula motorizada es el motor eléctrico o actuador motorizado. Este componente está conectado al mecanismo de apertura y cierre de la válvula y controla su movimiento.
Mecanismo de apertura y cierre: El motor está conectado a un mecanismo que puede abrir o cerrar la válvula en respuesta a órdenes eléctricas. El tipo de mecanismo puede variar en función del diseño de la válvula, pero a menudo se trata de un eje o palanca que ajusta la apertura de la válvula.
Control eléctrico: El motor está controlado por un sistema electrónico que recibe señales o comandos del usuario o de un sistema de control automatizado. Estos comandos determinan la apertura o cierre de la válvula, así como su posición intermedia en caso necesario.
Sensores de retroalimentación: Muchas válvulas motorizadas están equipadas con sensores de realimentación que proporcionan información sobre la posición actual de la válvula. Estos sensores permiten al sistema de control supervisar y ajustar con precisión la posición de la válvula según sea necesario.
Flujo de fluido: Cuando el motor abre la válvula, el fluido puede fluir a través de la abertura de la válvula. El tamaño de la abertura puede ajustarse de forma continua o en pasos discretos, dependiendo del tipo de válvula.
Control de dirección: En algunas aplicaciones, las válvulas motorizadas también se pueden utilizar para controlar la dirección del flujo de fluido, permitiendo que el fluido pase en una dirección específica o bloqueándolo en función de las necesidades del sistema.
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