Los transportadores aéreos de cable se utilizan para el transporte en planta, ya que el transporte de cargas suspendidas permite utilizar los espacios de las naves para la producción o el almacenamiento. El principio se basa en un cable tensado sobre una polea motriz y otras poleas. La cuerda se pone en movimiento en la estación de accionamiento por medio de un acoplamiento por fricción. Los distintos techos no tienen su propio accionamiento. La primera ventaja es que los costes de inversión y los requisitos de mantenimiento son reducidos, con una mayor disponibilidad, y la segunda es que los sistemas de chasis pueden acoplarse y desacoplarse de forma flexible, lo que proporciona una gran flexibilidad en la producción. De ahí que los transportadores aéreos de cable puedan utilizarse idealmente en procesos de transporte continuo.
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