Los almacenes de congelación totalmente automatizados suponen un alivio para el personal de almacén. Para los proveedores, la construcción de este tipo de instalaciones con temperaturas bajo cero supone un reto especial: la manipulación de materiales y la tecnología de los almacenes están expuestas a un enorme estrés. La implantación requiere la menor pérdida de frío posible, especialmente en las zonas de transición que deben garantizar el mantenimiento de la cadena de frío sin interrumpirla. Se utilizan tecnologías y materiales especialmente diseñados para los requisitos de un almacén de congelados o que los cumplen, así como componentes calefactados.
Ventajas:
Menor estrés para el personal con la preparación de pedidos por persona
Aprovechamiento óptimo del espacio con los correspondientes menores costes energéticos
Aceleración de los procesos
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