El aislamiento acústico pasivo de la estructura reduce las emisiones sonoras
La tendencia actual es la movilidad eléctrica. Sin embargo, con la electrificación de los accionamientos de los vehículos han surgido otros retos. Por ejemplo, varias unidades de potencia, como los compresores de aire acondicionado y los sistemas de refuerzo de frenos, generan vibraciones de las que pueden derivarse ruidos desagradables. Las soluciones anteriores se limitaban a una gran precisión en el proceso de fabricación y al uso de lubricantes especiales para reducir el ruido de funcionamiento. Desgraciadamente, esto ayuda poco a evitar que las vibraciones y el ruido estructural se conviertan en ruido aéreo.
La elección más sensata son los rodamientos NVH (Noise Vibration Harshness) de ROLLAX, que gracias al aislamiento pasivo del sonido transmitido por la estructura, pueden reducir los niveles de ruido hasta en 10 dB(A).
Una visión de la generación de ruido en los vehículos de motor.
Quienes deseen reducir los niveles de ruido interior en los vehículos de motor deben comprender primero cómo se desarrollan estos ruidos. En este punto es importante diferenciar entre el ruido estructural y el ultrasónico. El ruido estructural no es audible para nosotros. Se produce cuando vibra un cuerpo sólido. Por ejemplo, el eje de un motor eléctrico o de una transmisión. Cuando estas vibraciones entran en contacto con una caja de resonancia, como la carrocería, el panel de la puerta o el mamparo del vehículo, se transforman en sonido audible. Cuando la caja de resonancia está situada cerca del habitáculo o tiene una conexión rígida con él, se percibe como un ruido molesto.
Los cojinetes ROLLAX NVH permiten desacoplar acústicamente el generador de vibraciones y la caja de resonancia.
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