Las principales ventajas de una planta automática son las siguientes:
En primer lugar, una mejor repetibilidad de las etapas de procesamiento y, en consecuencia, una calidad productiva y con calidad muy superior a una instalación similar, gestionada manualmente.
Debido al constante “tiempo de goteo” y al ángulo de inclinación programado durante los movimientos de inmersión/emersión y de un depósito a otro, se observa una evidente reducción del trasporte de solución contaminada y en consecuencia, una clara reducción de los lodos producidos y en el esmaltado en las instalaciones de tratamiento de las aguas residuales.
Significativa reducción del coste de trabajo para la gestión de las plantas, ya que un solo operador es necesario para la gestión de los equipos informáticos y para el control visual final de la calidad/color al cabo de los tratamientos con electrocolor.
Repetibilidad constante del grosor del óxido y colores solicitados, obtenidos empleando la programación asignada al sistema de automatización.
Optimización constante y automática de la aplicación de dosis de productos químicos, en particular en lo que respecta a la recuperación del ácido sulfúrico en el interior de los depósitos de óxido, del sulfato de estaño para los depósitos del electrocolor y de los productos compuestos para los depósitos de sellado.
Control constante y termorregulación de la temperatura de los diversos depósitos del proceso.
Además, varias otras funciones, como el encendido / apagado de los rectificadores y transformadores, la apertura y cierre de contactos eléctricos de las barras anódicas, el manejo de los carros de transferencia, etc., son completamente automatizados..