Con su nueva tecnología de filtro de gas caliente, el pionero en el control de la contaminación del aire está revelando el futuro de la limpieza y el desempolvado de los gases de escape. Esto abre conceptos de sistema completamente nuevos para la separación de polvo y la reducción de contaminantes de manera económica y ecológica.
Una de las muchas ventajas es la resistencia a las altas temperaturas de los filtros de las velas. Mientras que los filtros de bolsa convencionales con medios de tejido alcanzan sus límites a temperaturas de proceso de 260 °C, para los filtros de gas caliente y sus elementos filtrantes cerámicos, incluso 500 °C no son un problema.
La regeneración se realiza en base al probado sistema de limpieza por impulsos, que puede utilizarse para lograr presiones diferenciales extremadamente bajas. A menudo, la temperatura del gas de escape cargado de polvo está en el rango entre 300 °C y 500 °C, temperaturas a las que es aconsejable la recuperación de energía. Gracias a los gases de escape sin polvo aquí presentes, se pueden utilizar intercambiadores de calor más rentables y seguros desde el punto de vista operativo.
Alentados por el éxito del nuevo filtro de gas caliente, los investigadores de Scheuch ya están trabajando en cómo desarrollar más la tecnología para reducir la inversión y los costos de funcionamiento. La atención se centra en lograr el diseño más compacto posible combinado con un alto nivel de seguridad operacional. Partiendo de eso, el equipo también está trabajando en nuevos sistemas para reducir los contaminantes: Por ejemplo, los sistemas que combinan la filtración y la desnitrificación catalítica en una sola etapa del proceso y aumentan las posibles temperaturas de aplicación hasta 1.000 °C.
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